domingo, 10 de enero de 2016

EL CANTO DE LOS CANARIOS: ¿HERENCIA O MEDIO AMBIENTE?
2ª parte.
LA TEORÍA DE LA HERENCIA.
En los años 1920 – 1930 se produjo un nuevo y revolucionario enfoque en la cría de los canarios de canto. Ya en el siglo 19 muchos criadores habían descubierto que utilizando como reproductores a ejemplares que pertenecían a la misma familia, y que por lo tanto estaban más o menos emparentados, se obtenían muy buenos resultados. Estos conocimientos venían sobre todo de los criadores de los canarios Harzer Roller. Gracias a este sistema de cría en familias se crearon varias líneas de canto: Schockel, Wasserrol, Glucken, Koller, etc. y se comprobó que cuando se mezclaban unas con otras los resultados eran desalentadores, lo que parecía indicar que había un factor hereditario que se trasmitía entre los miembros de la misma familia y que era diferente al de otras.
En los años 20-30 se publicaron una serie de artículos sobre la práctica de la cría de los canarios de canto vinculados a las teorías hereditarias. Este interés por la herencia se vio aumentado con la cría de los canarios de color basada en la genética.
         El hombre que estuvo detrás de esta visión de la cría basada en la genética fue el holandés Martin Weyling. Después de la segunda guerra mundial, en 1948, publica un libro titulado “El libro del criador de los canarios de canto”. Weyling expone en su libro sus teorías basadas en la genética del siglo 19. Uno de sus puntos fundamentales es la suposición de que cada giro o estrofa del canto del canario está determinado por un gen que se transmite siguiendo las leyes de la herencia (fundamentalmente las Leyes de Mendel). La consecuencia extrema de esta teoría sería que los jóvenes podrían cantar giros o estrofas que nunca habían escuchado pero que habrían heredado. Lo fundamental era poner juntas las parejas para que la herencia genética que ambos progenitores portaban se uniese de la forma que el criador deseaba y se manifestase en los hijos. Este era la solución que ponía fin a la clásica pregunta  sobre qué método se debía utilizar para criar canarios de canto.
El éxito del libro de Weyling se debió probablemente al contenido semicientífico que contenía. Hubo muchos artículos y libros, sobre todo después de los años 50, que propugnaban esta teoría supuestamente basada en conocimientos genéticos. En 1979 se publica el libro de P.Brush “Manual para el criador de canarios de canto” y en 1982 otro de H. Koster sobre los “Canarios de canto”. Y estos libros y artículos se publican en casi todos los idiomas con lo que las teorías de Weyling alcanzan una gran difusión.
El resultado directo de la popularidad de la escuela de Weyling es que hizo disminuir mucho la importancia del ambiente como factor determinante del canto de los canarios Harzer Roller y Malinois. Toda la atención se centró en conseguir una la línea de cría adecuada. La cría se asemejó más a un seguimiento de la supuesta base genética de los canarios tal como se hacía con los canarios de color. En mucha de la literatura de la época, y también muchos criadores, llevaban un minucioso registro de cría en el que se anotaba si tal o cual ejemplar era portador de Klokende ondulado, de Tonjs, etc. etc.
A continuación muestro un ejemplo de este tipo de literatura tomado del libro de E. Fratantoni “Tratado de canaricultura Roller”
Se trata de mejorar un plantel cuyo tono hueco (ob – ob) es de mediana calidad y que tiene Schockel (s – s). El criador adquiere unas hembras de un plantel de excelente tono hueco (oa – oa) y  Shockel (s – s)
Cruzando unos con otros obtiene todos los canarios oa – ob = tono hueco mediocre y s – s = cantores de Schockel
Cruzando estos ejemplares entre sí obtiene:
oa – ob  X  oa – ob 
 s -  s           s - s
(oa – oa)  (oa – ob) (ob – oa) (ob – ob) lógicamente todos son cantores de Schockel  (s - s) pero
oa – oa = es un cantor con un excelente tono hueco.
(oa – ob) y (ob – oa) = es un cantor hueco mediocre algo mejor que el l del plantel que queríamos mejorar
ob – ob = es un cantor con un tono hueco mediocre igual al  del que partimos.
         A pesar de la certeza y rotundidad con la que se dicen estas formas de cría basadas en las “ideas científicas de la herencia” siempre había criadores que seguían dando gran importancia al aprendizaje.
         A principios de los años 80 se empiezan a poner en duda las teorías y métodos de Weyling, pues se piensa que después de una experiencia de 40 años, los resultados no se corresponden con lo esperado. No se ha conseguido llevar el canto del canario (sobre todo en el Malinois) en la dirección y al nivel que se esperaba.
         Los criadores veían cada año como los resultados de la cría dependían de la calidad de los reproductores, pero también dependían del ambiente en que estaban sus canarios, sobre todo los canarios jóvenes. Todos los criadores habían comprobado, y comprobaban, como un canario comprado a otro criador, modificaba más o menos su canto cuando se le metía en el nuevo ambiente de su criadero.
         También se supo que no era cierto lo que decía Weyling sobre la genética del canto. Se comprobó que  cada una de las estrofas que componen el canto del canario no depende de un solo gen o de dos o tres, tal como suele ocurrir con el color del plumaje en el caso del canario de color, sino que el canto de los canarios depende de múltiples genes que interactúan entre ellos de una manera muy compleja y totalmente desconocida.
         Estudios científicos realizados en diferentes universidades de Estados Unidos sobre el canto de las aves demostraron que:
- el canto depende del entorno en el que viven los pájaros.
- hay especies que son más influenciables por el ambiente que otras.
- hay especies en las que el canto varía mucho de cuando son jóvenes a cuando son adultos.
- el canto de las aves depende de dos factores: la herencia y el ambiente, y que la importancia de dichos factores varía de unas especies a otras.
         Estas conclusiones vinieron a confirmar lo que los criadores y aficionados expertos ya sabían porque lo habían observado en muchas ocasiones.
a)   Que había criaderos en los que los canarios tenían un canto muy fijado y que a penas variaba cuando se llevaba el canario a otro lugar. Eran criaderos en los que se seleccionaba a los reproductores en función de que su canto variase lo menos posibles de una época del año a otra y de una situación a otra (estar en jaula o en voladera, con más o menos iluminación, escuchando a otros pájaros o no, etc.) Estos criadores estaban reforzando el aspecto genético del canto de sus canarios.
b)   Había otros criadores que seleccionaban a sus canarios por la facilidad con la que copiaban el canto de sus maestros.  Eran canarios de un canto impecable durante un determinado tiempo: el de los concursos. Luego su canto se modificaba. Eran canarios que dependían mucho de los factores ambientales. Los criadores eran auténticos maestros en entrenarlos para cantar y para mantenerlos en una situación óptima de canto hasta que finalizasen los concursos. Estos criadores estaban reforzando el aspecto ambiental del canto de sus canarios.
Esta situación fue beneficiosa para la cría del canario de canto pues supuso una fase de discusión y la apertura de un proceso de comprobación de los factores ambientales que más influían en el canto, así como un estudio del proceso selectivo intentando llegar a un mayor control de la genética del canto.
(continuará)

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